19.5.15
La educación en valores desde el deporte universitario. Caso práctico en la ULL: Trofeo Rector que promueve la no violencia e igualdad.
La
presente exposición tiene como objetivo dar a conocer la incorporación de nuevos
criterios de puntuación para determinar la clasificación en las competiciones
internas de la Universidad de La Laguna para fomentar el deporte sin violencia
y la no discriminación sexual mediante el refuerzo de conductas positivas.
¿Tiene
el deporte practicado en la universidad rasgos peculiares que lo distingan de
otras formas de entender este fenómeno?
En la Universidad de La Laguna,
como en todas las universidades, ya no hablamos de un solo modelo de deporte,
sino de varios modelos. Podemos afirmar, que el deporte actual es una agrupación
de diversos conceptos del deporte, que alcanza más la idea de actividad
físico-deportiva que de un deporte formal. El deporte aparece, entonces, como
un medio de recuperación, de diversión y cultura, formando parte de esa
construcción del ocio menos estructurada frente a lo que pueda ser el deporte
competitivo y formal. No en vano, las nuevas tendencias del deporte actual se
orientan a modalidades deportivas asociadas a soluciones alternativas, más
versátiles, con preferencia en la naturaleza y con orientación a la salud.
En general, hoy, el cambio en la práctica
deportiva o cómo se entiende el deporte, es tan vertiginoso que todavía no se
ha transformado lo necesario para dar muestras de ser un modelo agotado. Para
sobrevivir el modelo vigente, ha diversificado varios tipos de deporte: deporte
competitivo, deporte para la salud y deporte recreativo.
La Universidad de La Laguna
aspira a desarrollar un concepto de deporte vanguardista y poder ofrecer los
medios para que esas prácticas sean posibles y aporten a la comunidad
universitaria ese planteamiento más integral, que complemente la formación que
reciben los estudiantes y que también sea sensible con los intereses de las distintas
franjas de edad de nuestros usuarios.
La Universidad juega aquí ¾en la discusión del modelo de
deporte más adecuado a sus fines¾ un papel de enorme
trascendencia, porque trata de ser, a la vez, espectadora del fenómeno
deportivo y propiciadora de modelos con los que transformar la sociedad. En el
primer caso, debe asumir la realidad y someterse a las demandas de la comunidad
universitaria, que reclama aquellas actividades físicas que percibe en su
cultura y parecen establecidas; y, en el segundo caso, debe dirigir sus
esfuerzos a favorecer la crítica al deporte y si este se desvía de modelos que
promuevan al ser humano y su sociedad, a hacer más interesante la vida personal
y la convivencia.
Construyendo el modelo alternativo de deporte
universitario, no violento y antidiscriminatorio
Conscientes de la importancia de la actividad física y el
deporte como parte de la educación y su influencia en la sociedad queremos
generar comportamientos no violentos y antidiscriminatorios que hagan posible
relaciones interpersonales y sociales más “humanizadas”.
Desde nuestro punto de vista, el deporte y la actividad física tiene un sentido humano y social que lo liga directamente con fines y objetivos vinculados con la educación, el ocio, la recreación y la salud, sin olvidarnos de la competición, entendida siempre como un reto para mejorarse uno mismo, concibiendo al “otro” (jugador/deportista), no como enemigo a batir, sino como cooperador necesario para mejorarme, grupal e individualmente, desde la perspectiva de la superación paulatina de los propios límites personales y del desarrollo de nuevas y mejores habilidades y cualidades motrices, emotivas, intelectuales y actitudinales.
Nos adherimos
a la idea que define a la educación como un
proceso de “habilitación”. Al utilizar el concepto de habilitar estamos queriendo enfatizar la
idea de la educación como un proceso de construcción en donde el papel activo
lo desempeña el estudiante, y en donde dicho proceso le permite el
desarrollo y cultivo de todas sus capacidades, sin excepción, de manera que
cuente con las herramientas intelectuales, emotivas y motrices pertinentes para
un desempeño eficaz y constructivo en una sociedad cuyo signo esencial es el
dinamismo y el cambio permanente.
Violencia en el deporte: ¿Es inevitable la violencia?
La violencia ha penetrado en todos los aspectos de la vida:
se manifiesta constante y cotidianamente en la economía, en la política, en la
ideología, en la religión, en la familia, en la enseñanza, en el ejército, en
la cultura y, por supuesto, en el deporte. Ganar a cualquier precio, dejar
participar sólo a los “mejores” discriminando al bajito o al gordito o a la
niña o al que tiene gafas, agredir física o verbalmente a los árbitros,
realizar insultos xenófobos o racistas, producir lesiones de manera
intencionada al contrario, dejarse ganar a cambio de prebendas, son sólo una
muestra de la gran variedad de ejemplos que existen.
La violencia no es un fenómeno natural como podría serlo el rayo o la lluvia y
el viento. La violencia es evitable y se la puede ir ganando terreno hasta
hacerla desaparecer completamente. Porque creemos que la violencia es un error
de conducta y se aprende, también creemos en la necesidad de aprender la no
violencia como metodología de acción social, interpersonal y personal.
Desde
el punto de vista de la libertad humana, no es lo mismo creer que el ser humano
desarrolla su vida como respuesta refleja o pasiva frente a las condiciones y
acontecimientos que la rodean, que creer que el ser humano modifica y crea
intencionalmente tales condiciones y acontecimientos.
En
otras palabras, la nota distintiva de lo humano es que posee intencionalidad
(tender hacia, dirección hacia), algo por cierto inexistente en el mundo
natural. La intencionalidad está por "encima" de lo natural, de lo
mecánico, de lo causal, de lo fáctico, de lo dado. Es lo que impulsa,
"succiona" al ser humano hacia el futuro con sus causas e ideales; es
lo que le confiere dignidad al alzarse en rebelión contra el absurdo de lo
natural.
Si tan arraigada está la creencia en la inevitabilidad de
la violencia caminar hacia la no violencia requiere de cambios profundos en la
sociedad y en el individuo.
la
Universidad
El deporte y la actividad física,
por sus potencialidades educativas y mediáticas, constituyen un motor de cambio
social y contribuyen desde hace tiempo a promover la no discriminación entre
mujeres y hombres. No obstante, los datos de los estudios más recientes en este
ámbito reflejan que todavía existen diferencias importantes en cuanto a la
participación y representación femenina en las distintas esferas del deporte. Todavía
existen factores que inciden en el desequilibrio y mantienen barreras ocultas
que dan lugar a un verdadero “techo de cristal” para las mujeres en el ámbito
deportivo.
Para el Servicio de Deportes de la Universidad de La Laguna es una prioridad
promover la no violencia y la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres
y la transmisión de valores y actitudes igualitarias en la actividad
físico-deportiva universitaria.
Esta prioridad se viene aplicando
y teniendo en cuenta desde el Servicio de Deportes en la práctica de la gestión
y planificación deportiva desde diferentes ámbitos de actuación, pero hoy nos
interesa destacar un caso práctico puesto en marcha durante este curso
académico 2012/2013 en la competición interna universitaria, denominada Trofeo
Rector, y, específicamente, en el sistema de puntuación de esta
competición, de tal manera que el resultado de los partidos no sea el único
criterio de puntuación para la clasificación general, utilizando el refuerzo
positivo para alcanzar dos de los objetivos más importantes de nuestra
planificación estratégica, como son:
1.- La no violencia en el deporte
y el juego limpio.
2.- Facilitar la incorporación de
la mujer al deporte en la universidad en igualdad de condiciones.
Para ello, además de las
puntuaciones obtenidas según el reglamento de cada modalidad deportiva y el
propio desarrollo del juego, se contabilizarán otra serie de puntos en base a
los siguientes criterios:
Deportes de equipo:
A)
Objetivo: no
violencia en el deporte y juego limpio.
Aplicable a categorías masculina,
femenina y mixta. Puntuaciones que se sumarán a las obtenidas por el resultado
obtenido durante el desarrollo del juego o deporte en cuestión, según su
reglamento. Detalle de las puntuaciones según disciplina:
Deporte: Fútbol, Fútbol 7 y Fútbol
Sala
|
Puntos
|
Criterio
1: Partido sin tarjeta roja
|
2
puntos
|
Criterio
2. Partido sin tarjeta amarilla
|
1
punto
|
Deporte: Baloncesto
|
Puntos
|
Criterio
1: Partido sin técnicas
|
2
puntos
|
Criterio
2. Parido sin antideportivas
|
1
punto
|
Deporte: Balonmano
|
Puntos
|
Criterio
1: Partido sin tarjeta roja
|
2
puntos
|
Criterio
2. Parido sin tarjeta amarilla
|
1
punto
|
Deporte: Voleibol
|
Puntos
|
Criterio 1:
Partido sin tarjeta roja
|
2 puntos
|
Criterio 2.
Parido sin tarjeta amarilla
|
1 punto
|
Deporte: Rugby-Touch
|
Puntos
|
Criterio 1:
Partido sin expulsiones
|
2 puntos
|
Criterio 2.
Partido sin tarjetas
|
1 punto
|
B)
Objetivo: facilitar
la incorporación de la mujer al deporte universitario.
Aplicable solo a la categoría
mixta. Puntuaciones que se sumarán a las obtenidas por el resultado obtenido
durante el desarrollo del juego o deporte en cuestión, según su reglamento, más
el criterio anterior (A), más el que pasamos a describir. Detalle de las
puntuaciones según disciplina:
Deporte: Todos los de categoría mixta.
|
Puntos
|
Criterio 1: Mayor número de mujeres
inscritas y que jueguen
Importante: Deben
jugar al menos en el 50% de los partidos de su equipo. De lo contrario sólo
se puntuará lo efectivamente jugado por dichas participantes.
|
5
ó más inscritas 5 puntos
4
inscritas 3 puntos
3
inscritas 2 puntos
2
inscritas 1 punto
1
inscrita 0 puntos
|
Criterio 2. Participación efectiva
|
1
punto por cada jugadora que intervenga en cada encuentro.
|
Conclusiones
Con este nuevo sistema de
puntuación, el campeón del Trofeo Rector puede que no sea el equipo que
más partidos gane, sino el que
más puntuación obtenga de la suma de todos los criterios aplicables.
Con esta nueva reglamentación
queremos ir modificando, en la práctica, el principio del “arraigo social que
existe de la inevitabilidad de la violencia en el deporte y de la
discriminación sexual”.
Pretendemos cambiar este
principio por conductas tendentes a impulsar un deporte sin violencia e
igualitario, ello es posible a través de incentivar, tal como hacemos, acciones
del juego no vinculadas con el mero resultado. Si bien, el cambio de este
modelo no será instantáneo, sino progresivo. Y es lo que ha estado
pasando hasta ahora, el alumnado de entrada nos señala que este modelo no les
gusta, pero estamos seguros que este sistema de puntuación favorece la
eliminación del arraigo social de la creencia "deporte-competición-masculino,
donde sólo vale el ganar a toda costa, incluso con violencia". El tiempo
dirá si el camino emprendido es verdadero y tiene futuro. Nosotros creemos que
si, sin ninguna duda.
Ramón E. Rojas Hernández. Maestro
especialista en Ed. física y deportes
Director del Servicio de Deportes de la
ULL. Socio de Acagede