23.12.16

 

CONFERENCIA: “DEPORTE Y NO VIOLENCIA”

Entonces, para estudiar que pasa con el deporte y hacia adonde va, es preciso entender que pasa con la sociedad y hacia adonde va esta. Este me parece es el punto fundamental del asunto que nos preocupa. Hoy vivimos tiempos de neto predominio de la ideología neoliberal; sus concepciones, principio y valores orientan el funcionamiento de la sociedad; sus ideas fundamentales se sustentan en una concepción naturalista del ser humano; la organización social a la que ha dado lugar da cuenta de una concepción zoológica de la sociedad. Ideas como la ley del más fuerte, la competencia extrema como motor de la actividad humana, el egoísmo como característica principal de una supuesta naturaleza humana, son algunas de sus consecuencias y derivaciones de la concepción de ser humano que sostiene esta ideología. No obstante, pareciera que tal concepción comienza a dar signos claros de desgaste.

Desde nuestro punto de vista, es tan acelerada la crisis, que las personas y los grupos humanos pierden certeza de su vida, certeza en su futuro, en la forma de conducir su relación consigo mismo y con los demás. La persona se siente casi indefensa ante el incremento evidente de tres situaciones sociales:

La Desreferenciación: No se cree a nada ni a nadie. Lo que ayer era respetado por muchos hoy es cuestionado. El padre de familia es cuestionado por sus hijos. El profesor es puesto en tela de juicio por sus alumnos. El entrenador por sus pupilos.

La Fragmentación: La desintegración y el fraccionamiento de todo tipo de grupos, las naciones se dividen, los partidos políticos se fragmentan, los sindicatos se debilitan, las agrupaciones laborales son ámbitos de competencia, la familia ya no se encuentra para hablar y no se apoya internamente, la relación de pareja tiende a ser calculada y pasajera e incluso la persona mismo está en lucha interior entre lo que piensa, lo que siente y lo que hace.

La Desorientación: Muchas personas no saben qué hacer, cuál es la actitud más adecuada para los tiempos actuales. En este caldo de cultivo resurgen antiguos fanatismos de posturas destructivas y nihilistas. Aumenta el cinismo, el facilismo y la incredulidad en las nuevas generaciones al ver el lamentable legado social, moral y ecológico que le dejan sus predecesores.

Consecuencia evidente de todos estos fenómenos descritos es el crecimiento de la violencia tanto en el ámbito personal, escolar, familiar y social.

Que no nos sorprenda, entonces, cuando alguien da una respuesta de violencia física, si ha sido sometido a inhumanas presiones psicológicas, de explotación, discriminación o intolerancia; si nos sorprendemos es porque vemos solamente los efectos sin advertir las causas que determinaron tal explosión de violencia. También en nuestra sociedad crece desproporcionadamente la locura, el suicidio, la marginación y el aislamiento, en los que solemos ver el efecto espectacular, pero no las causas que lo determinan.

Estos trágicos desenlaces que nos parecen simplemente individuales, son manifestaciones del sistema de presión violenta en el que vive, se educa y crece la sociedad en general.

El hecho de que hoy, millones de personas de todas las edades, de todas las ciudades... están sintiendo el mismo aislamiento, la misma incomunicación, la misma incertidumbre y la misma desesperanza, nos demuestra que estas dificultades no son problemas personales, sino problemas sociales que los padecemos en forma personal.

La violencia se ha instalado no solo en el poder y en quienes dirigen el destino de los pueblos, sino también en el interior de cada individuo, en las relaciones personales y en los diversos grupos sociales independientemente de su condición cultural ó económica.

La violencia se ha instalado en el pensar y sentir de una sociedad, que peligrosamente observa cómo avanza y se consolida la falsa idea de: “No existe solución al problema de la violencia”.

Es necesario reflexionar personalmente acerca de que “nadie puede sentirse ajeno a este problema”. No existe “la solución personal” mientras todo se derrumba a nuestro alrededor, pues, si no hay un cambio de dirección y de conducta, “lo que hoy les sucede a otros, está muy cercano de sucederme a mí”.

Es necesario entonces asumir un compromiso real frente a los problemas actuales, reflexionando en que condiciones internas y externas queremos vivir y decidiendo en que condiciones quisiéramos seguir viviendo.

La violencia y la no violencia en el ámbito deportivo

Explayarnos sobre la existencia de la multiplicidad de formas que adopta la violencia en el deporte o cualquier otro ámbito, el maltrato y el abuso alrededor del mundo, es una tarea siempre inacabada pero queremos transitar ese camino que, esperamos, conduzca a una sociedad más humana, igualitaria, equitativa y respetuosa de las diversidades.

Violencia: La violencia se manifiesta como la acción y efecto de despojar al otro de su intencionalidad (y, por cierto, de su libertad); como acción de sumergir al ser humano, o a los conjuntos humanos, en el mundo de la naturaleza. O sea, por la violencia se anonada la intención de otros, considerándolos objetos, prótesis de mi propio cuerpo, en cuyo caso debo "vaciar" su subjetividad totalmente (objetivizándolos) o, por lo menos, en aquellas regiones del pensar, el sentir, o el actuar que deseo gobernar de modo inmediato. Las distintas formas de violencia (física, económica, racial, religiosa, psicológica, etc.) son expresiones de la negación de lo humano en el otro. Veamos cada una de ellas.

Violencia física: Quien hace algo que ocasiona dolor y daño físico, corporal, ejerce violencia física. O sea, cuando se inflige dolor, cuando se deterioran funciones vitales, o, por último, se ocasiona la muerte.

Los siguientes ejemplos pueden ser vistos básicamente como casos de violencia física: guerra - terrorismo - homicidio - agresión (física) - tortura - estupro - "punición" física de mujer/marido e hijos - muerte por inanición - enfermedades endémicas y las llamadas" sociales" - suicidio ­contaminación de recursos naturales - adulteración de medicinas y alimentos - etc.

Sucesos como la agresión durante una competición deportiva, juego sucio con intención de producir lesiones graves a otro deportista, agredir al árbitro o juez deportivo, agredir al público o éste al deportista o agredirse entre espectadores que asisten a un espectáculo deportivo suelen ser ejemplos de violencia física en el deporte.

Violencia económica: Quien hace algo que perjudica a otros en sus legítimos derechos económicos o situación económica ejerce violencia económica. En otras palabras, cuando se atenta contra la subsistencia y nivel mínimo de vida, cuando se priva de legítimas ganancias o propiedad, etc.

Los siguientes ejemplos pueden ser vistos básicamente como casos de violencia económica: monopolización - explotación – esclavitud - defraudación - comercialización deshonesta - sobrevaluación - tasar por defecto o por exceso (según el caso) - especulación - desfalco - robo - hurto - estafa - usura - soborno - extorsión - acaparamiento - etc.

Sucesos como la explotación de deportistas por parte de directivos o managers, la compra de partidos para amañar un resultado o una clasificación, el fraude de resultados deportivos para amañar apuestas deportivas, la sobreexplotación publicitaria de la imagen de deportistas con condiciones leoninas suelen ser ejemplos de violencia económica en el ámbito deportivo.

Tanto en la violencia física como económica, algunos casos se deben a incompetencia o a negligencia culposas, o a la falta de disposición para evitarlos, o al derivar recursos que pudieran evitarlos a otras áreas de interés, etc.

Violencia religiosa: Cuando alguien hace algo que perjudica a otros en razón del credo que profesa, o porque no lo hace, ejerce violencia religiosa. O sea, cuando la agresión se basa en la diferencia de creencias o prácticas religiosas, o cuando un bando daña a otros porque estos no ceden a sus dictámenes, o cuando simplemente algunos se convierten en blanco de otros por no adherir a ninguna creencia o práctica religiosa establecida, etc.

Los siguientes ejemplos pueden ser vistos básicamente como casos de violencia religiosa: intolerancia religiosa - oscurantismo - fanatismo ­fundamentalismo - difamación - "intocabilidad" entre castas - inquisición ­excomunión - discriminación - guerras "santas" - religión oficial - etc.

Sucesos como la no admisión de deportistas por profesar determinada confesión religiosa, la elección de deportistas para representar un país en competiciones internacionales de acuerdo a su pertenencia o no a la religión oficial, suelen ser ejemplos de violencia religiosa en el ámbito deportivo.

Existen muchas otras formas de violencia religiosa que coartan la libertad, la felicidad y el desarrollo del ser humano, generando con ello divisiones entre la gente, bloqueando vías positivas de investigación científica y progreso social, justificando (o no oponiéndose) a leyes y prácticas deshumanizantes, coartando la libertad por sanción "divina" a través de variadas amenazas, coacciones y violencias.

Violencia racial: Cuando alguien hace algo que perjudica a otros en razón de su orígenes, rasgos, costumbres, etc. étnicos, ejerce violencia racial. O sea, cuando algunos perjudican a otros porque estos tienen, por ejemplo, una apariencia física diversa de la propia.

Los siguientes ejemplos pueden ser vistos básicamente como casos de violencia racial: racismo - esclavitud - discriminación – segregación - apartheid - pogromos - teorías de supremacía o inferioridad racial - etc.

Sucesos como la emisión de sonidos simiescos contra jugadores negros, cánticos antisemitas e incluso la utilización de eslóganes y símbolos racistas de la extrema derecha, suelen ser expresiones racistas en el ámbito deportivo.

Algunas otras formas de racismo no son tan evidentes, como el arriesgar a ciertos tipos (sub)raciales en el campo de batalla antes que a otros, o caricaturizarlos a través de los medios de difusión masiva, aplicando duplicidad de criterios al tratar con razas diversas, etc.

Violencia psicológica: Cuando alguien hace algo que perjudica a otros psicológicamente, mentalmente, moralmente o emocionalmente, ejerce violencia psicológica. O sea, cuando se perjudica la unidad, coherencia, o equilibrio interno del otro.

Los siguientes ejemplos pueden ser vistos básicamente como casos de violencia psicológica: amenazas varias - promoción del terror, odio, etc. - imposición forzada de ideologías, etc. - propaganda falsa o negativa - promoción de falsos valores de vida - educación prejuiciosa - censura de áreas del conocimiento, la cultura, etc. - desinformación - nihilización - etc.

Sucesos como la desvalorización de los deportistas contrarios o insultos y descalificaciones, previos a los partidos o competiciones, potenciados por los medios de comunicación, para desestabilizar al equipo o deportistas del otro equipo y “calentar” un partido o competición en la que se juegan una buena clasificación o un campeonato, suelen ser expresiones, de violencia psicológica en el deporte.

Hay mucho de violencia psicológica en el imponer formas de vida, de subsistencia, credos, costumbres, etc. O sea, imponer los propios modelos sobre otros por medio de la coacción, la extorsión, o la ignorancia (promovida o aprovechada). Mucho de esto se esconde bajo palabras tales como "educación," "moral y buenas costumbres," "tradición," etc.

Por último, también podríamos mencionar la violencia moral, en la que incurre quien es cómplice de cualquier forma de violencia. Esta admite varios grados, pero cualquiera que, aunque no esté directamente comprometido, consiente o no hace nada por impedir la violencia, es también responsable por ella y sus consecuencias.

Dejar de ser un testigo pasivo de la violencia y comenzar a transformar las condiciones de violencia es un tema de responsabilidad moral.

También habría que hablar de otros tipos de violencia, como la violencia sexual, laboral, política o institucional, etc.

“Cuando se habla de violencia, generalmente se hace alusión a la violencia física, por ser ésta la expresión más evidente de la agresión corporal. Otras formas como la violencia económica, racial, religiosa, sexual, etc., en ocasiones pueden actuar ocultando su carácter y desembocando, en definitiva, en el avasallamiento de la intención y la libertad humanas. Cuando éstas se ponen de manifiesto, se ejercen también por coacción física. El correlato de toda forma de violencia es la discriminación[1].”

No violencia activa como única salida

De la situación de violencia deriva todo conflicto personal y social. La solución al problema de las diferentes formas de violencia existe, nuestra propuesta inicial reside en el estudio y aplicación de la No-Violencia Activa”.

Lo que interesa comprender es que cuando el deporte se instrumenta para fines que no apuntan al desarrollo y beneficio de la persona, es porque está concebido desde una postura y visión del ser humano que lleva a su cosificación y, por tanto, a su deshumanización.

El deporte debe asumir la tarea no sólo de humanizarse a sí mismo, sino también de contribuir a la humanización de la sociedad. Por eso el nuevo humanismo tiene un importante papel que jugar, dando al deporte los fundamentos, principios y valores que le brinden la orientación adecuada para volver a encontrar su sentido, su razón de ser.

Pensamos que es necesario fortalecerse internamente, rechazando el nihilismo y dando lugar a un futuro siempre abierto a nuevas opciones, como podrían ser las siguientes actitudes personales:

1.- Un trato personal basado en la regla de oro de la ética humanista: “Trato a los demás como quisiera ser tratado”.

2.- Una conducta interna y externa basada en la coherencia: “Actúo sobre la base de aquello que pienso y siento es lo mejor para mi vida y la vida de aquellos que me rodean”

3.- Desarrollo de las propias cualidades y atención a las cualidades de los demás.

Puede confundirse a la no-violencia con una actitud pasiva. Por el contrario, se trata de una actitud activa, valiente, comprometida y solidaria. La no-violencia tiene fuerza. Es una fuerza moral que avanza y hace evolucionar al Ser Humano. Educar para la No-Violencia Activa implica desactivar los mecanismos de la violencia en la vida social, y también en la vida cotidiana.

Porque creemos que la violencia es un error de conducta y se aprende, también creemos en la necesidad de aprender la no violencia como metodología de acción social, interpersonal y personal.

Entendemos a la no violencia no únicamente como conducta sin violencia, sino como una activa disposición para ponerse en el lugar del otro, para intentar comprenderlo desde ahí. Sabemos que hablamos de un ideal, de una aspiración, que a pesar de lo difícil de la empresa nos orienta y recompensa a cada paso. Realza la humanidad en nosotros y nos libera, progresivamente, del dolor y el sufrimiento.

Ejercicios que acercan a la práctica de la no violencia: Las cualidades


La Marcha Mundial por la paz y la no violencia, compromiso personal y social para la concienciación sobre la no violencia
Esta Jornada, organizada por El colegio Gredos San Diego Moratalaz surge, probablemente, desde el ámbito educativo-deportivo, porque advierte la necesidad urgente de dar una salida a esta crisis, de ofrecer una alternativa en la no-violencia, como única alternativa real a este sistema que se cae a pedazos. No pretendemos ser apocalípticos, pero la amenaza de una guerra nuclear está hoy más presente incluso que en la época de la guerra fría; y si no fuera una guerra atómica, de todos modos este sistema violento nos lleva al desastre, más tarde o más temprano, ya sea por vía del hambre, la enfermedad, la injusticia, la ignorancia, la guerra convencional, la inseguridad ciudadana o la lucha entre sexos y generaciones.

Es necesario mostrar la única alternativa de la no-violencia, frente a la violencia que se ejerce desde el sistema en crisis.

En la misma línea, permítaseme aprovechar este foro para informarles y dar desde aquí un impulso a la Marcha Mundial por la Paz y la No-violencia, que comenzará en Wellington, Nueva Zelanda, el 2 de octubre de 2009, y culminará el 2 de enero de 2010 en el Parque Punta de Vacas, a los pies del monte Aconcagua, el “techo de América”. Durante esos 90 días recorrerá cerca de 100 países, con la participación de millones de personas de todas las culturas, en un acto que está llamado a impactar las conciencias de los seres humanos acerca del flagelo del armamento y la violencia, y sobre todo acerca del peligro nuclear. Ver video
[1] La discriminación es una acción manifiesta o larvada de diferenciación de un individuo o grupo humano en base a la negación de sus intenciones y libertades. Esto se efectúa siempre en contraste con la afirmación de especiales atributos, virtudes o valores que se arroga para sí el discriminador. Tal proceder se correlaciona con una "mirada" (con una sensibilidad o con una ideología) objetivante de la realidad humana. Designa un tipo de trato de inferioridad en cuanto a derechos y consideración social de las personas, organizaciones y estados, por su raza, étnia, sexo, edad, cultura, religión, ideología, según los casos. Privación premeditada o limitación de los derechos y ventajas. Diccionario del Nuevo Humanismo, 1996. Publicación del Centro Mundial de Estudios Humanistas.

1.8.15

 

Promoción de la igualdad y la no violencia en el deporte universitario de la ULL

Entrevistamos a Ramón E. Rojas Hernández, director del Servicio de Deportes de la Universidad de La Laguna, con motivo de su participación en la Universidad de Verano de Adeje (Tenerife), y promotor de este programa de promoción de la igualdad y la no violencia en el deporte universitario.
Partido de rugby universitario femenino
 Pressenza.- ¿Puedes explicarnos cómo surge la idea de poner en práctica este tipo de acciones de promoción de la igualdad y la no  violencia en la competición universitaria.
Ramón E. Rojas Hernández.- En el curso 2010-11 el rector de la Universidad de La Laguna, nos pide a través de la Unidad de Igualdad de la institución que emitamos un informe1 de cómo se está aplicando el principio de igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito del deporte y la actividad física universitaria, y ahí caemos en cuenta que tanto desde el punto de vista de la oferta o programación deportiva como presupuestario está desproporcionada la promoción del deporte competición, que se identifica más con un practicante varón, respecto del deporte ocio o de recreación que responde mejor al gusto de la mujer. Esa observación y análisis nos permite corregir el desbalance que existe a partir del curso siguiente aumentando la oferta de actividades regladas y dirigidas por personal técnico cualificado de las que son usuarias las mujeres así como el monto presupuestario dedicado a ello y a dotar de material y equipamiento deportivo complementario.
Paralelamente, vamos observando que en la competición interna universitaria, aumentan los conflictos y las situaciones de agresividad, sobre todo verbal, entre jugadores y de estos hacia los jueces y árbitros, por lo que en el curso 2012/13 nos planteamos dentro del equipo de técnicos de gestión deportiva que forma el Servicio de Deportes que coordino, la posibilidad de implementar acciones que en lugar de penalizar, refuercen conductas positivas de juego limpio y de integración de la mujer también en este ámbito, dominado mayormente por el género masculino, pero que tenga consecuencias en la clasificación, es decir, que no sea solo el resultado lo que de puntos en la tabla clasificatoria, sino también que se puntúe porque no se le señale al equipo ningún tipo de amonestación, sea en forma de tarjeta o técnica descalificante, según estemos hablando de un deporte o de otro.
Y eso fue lo que hicimos, elaboramos una nueva normativa2 que regulaba la competición universitaria teniendo en cuenta que la clasificación puntuara el resultado y el juego limpio. Este curso cumplimos el tercero aplicándola. Destacar que es una normativa dinámica, que se va mejorando cada curso con la participación de los alumnos, con quienes consensuamos todos los detalles.
Pressenza.- Y este asunto se lleva como ponencia a un curso denominado “Por un deporte sin violencia” dentro del marco de la Universidad de Verano de Adeje (UVA)3, que organizan conjuntamente este municipio sureño con la Universidad de La Laguna
RERH.- Así es, la profesora Patricia Pintor Díaz, directora del curso, nos invitó a participar dentro de un panel de ponentes muy completo que quien lo desee puede consultar en el enlace al programa del curso completo. El martes pasado desarrollamos nuestra ponencia frente a 28 alumnos, mayormente maestros, entrenadores y alumnos universitarios de diversas carreras en una de las aulas del Complejo Deportivo municipal “Las Torres” de Adeje.
La exposición tuvo dos objetivos:
Dar a conocer cómo fomentamos el deporte sin violencia y la no discriminación sexual, mediante el refuerzo de conductas positivas, incorporando nuevos criterios de puntuación para determinar la clasificación en las competiciones internas de la Universidad de La Laguna.
Y reflexionar y experimentar con ciertas herramientas que les permitan tener una mayor comprensión del fenómeno de la violencia y de cómo tratar de superarla en uno mismo.
La primera parte de la misma consistió en la presentación de esta experiencia de aplicación del refuerzo positivo de conductas en el deporte competición universitario.

Educación FC - Equipo campeón del Trofeo Rector
 "Intercentros" 2015 de fútbol 7


Y en la segunda parte realizamos un taller práctico de descubrimiento de las virtudes personales que consiste básicamente en detectarlas y tratar de ver también las virtudes o cualidades que los demás ven en mi y yo veo en los demás. El objetivo del taller es el de experimentar la diferencia que hay entre la actitud o mirada negativa que solemos mantener, que solo ve defectos y errores, que es la que mayormente practicamos en todos los ámbitos de la vida, frente a una actitud positiva apoyada en las virtudes o cualidades reales que tengo y que otros me ven también y desde la cual también miro a los demás destacando sus virtudes por sobre cualquier otro rasgo negativo.
Pressenza.- ¿Cómo visualizas el fenómeno de la violencia hoy?
RERH.- Este mundo en el que vivimos es un lugar muy violento. No estamos hablando simplemente sobre las formas más obvias de violencia física, como la guerra, el terrorismo, la violencia doméstica, de género, etc. También estamos hablando sobre formas más sutiles de violencia, por ejemplo, la violencia económica -conocida como explotación, trabajo forzado de los niños, inseguridad laboral, etc.
Hay también una violencia psicológica –cuando hay intolerancia, discriminación, etc.-; una violencia sexual – cuando se da una violación, desigualdad sexual, etc.
Podríamos continuar con otros tipos como la violencia religiosa, violencia cultural, violencia racial, fobia a la homosexualidad, y un largo etcétera.
Para empezar a entendernos, definiremos a la violencia, como algo que causa dolor y sufrimiento en los seres humanos y que no puede resolverse por los adelantos de la ciencia y la medicina.
Usamos la violencia para imponer nuestra voluntad a otro u otros a costa de no contemplar ni respetar la libertad de opción de los demás. Tratamos a los demás objetalmente y nosotros también nos convertimos en objetos al instrumentalizar la humanidad propia y la de los demás.
La violencia ha penetrado también en el deporte, obviamente, al ser un subsistema dependiente del sistema mayor, que es estructuralmente violento, ya que unos pocos imponen a la mayoría todo tipo de injusticias.

Ganar a cualquier precio, dejar participar sólo a los “mejores”, discriminando al bajito o al gordito o a la niña o al que tiene gafas, agredir física o verbalmente a los jugadores del otro equipo o a los árbitros, realizar insultos xenófobos, sexistas o racistas, producir lesiones de manera intencionada al contrario, dejarse ganar a cambio de prebendas, son sólo una muestra de la gran variedad de ejemplos de violencia que existen en este ámbito.
Pressenza.- ¿Es inevitable la violencia?

La violencia no es un fenómeno natural como podría serlo el rayo o la lluvia y el viento.
La violencia es evitable y se la puede ir ganando terreno hasta hacerla desaparecer completamente. Porque creemos que la violencia es un error de conducta y se aprende, también creemos en la necesidad de aprender la no violencia como metodología de acción social, interpersonal y personal.
Desde el punto de vista de la libertad humana, no es lo mismo creer que el ser humano desarrolla su vida como respuesta refleja o pasiva frente a las condiciones y acontecimientos que la rodean, que creer que el ser humano modifica y crea intencionalmente tales condiciones y acontecimientos. Nosotros adherimos a la segunda opción, consideramos que el ser humano tiene intención y capacidad intencional de cambiarse a él mismo y cambiar todo lo que le rodea en mutua interdependencia e influencia.
Desde nuestro punto de vista, hoy está tan arraigada la creencia en que es inevitable la violencia, que caminar hacia la no violencia requiere de cambios profundos en la sociedad y en el individuo de manera simultánea.

Pressenza.- ¿Crees que las medidas que se han puesto en práctica en las competiciones universitarias van a terminar con la violencia?
RERH.-No creemos que, solo, con este tipo de medidas se consiga tal objetivo, ojalá fuera tan fácil acabar con la violencia y la discriminación, no solo en el deporte sino en cualquier ámbito de la vida humana, sea personal, interpersonal o social a cualquier escala.
Pero por algún lado habrá que empezar a concienciar individualmente y grupalmente sobre este grave problema, este es solo un pasito más.
Resolver cualquier conflicto mediante una conducta violenta, se ha demostrado que no sirve, no solo no resuelve el problema sino que lo agudiza y promueve que la respuesta de vuelta también sea violenta. La violencia produce más violencia.
Si básicamente tuviéramos en cuenta la eficacia, comprenderíamos que responder violentamente es absolutamente ineficaz. Si además tenemos en cuenta el daño y sufrimiento que produce ejercer la violencia sobre los demás, que, sin embargo, es la consecuencia peor y la que nos motiva, precisamente, a evitarla, queda claro que el uso de la violencia solo trae inconvenientes que no solo quedan referidos a las personas involucradas, sino que a modo de enfermedad infecciosa, va afectando negativamente a todos los que me rodean.
Reconocer que la violencia está en mí, no solo como alguien que la recibe, sino también como alguien que la ejerce sobre sí mismo y sobre los demás, es el primer paso para empezar a cambiar y querer aprender a responder de un modo no violento. Es un cambio de enfoque radical, que va a la raíz del asunto, ya que hay que tener una mirada interna, no solo externa, sobre este fenómeno en el que soy agente y paciente.
Luego, las consecuencias de todo esto habrían de aplicarse a todos los niveles: personal, interpersonal y social, de manera local y global, en relación al ser humano y también al medio ambiente, que es nuestro hogar, nuestra habitación para desarrollarnos individualmente y como especie.
Pressenza.- Por último, ¿Puedes hacer balance sobre los objetivos buscados y los resultados cosechados con esa medida en la competición universitaria?.
RERH.- Si tenemos en cuenta lo que comentamos al principio respecto del contexto en el que había surgido este planteamiento, podemos decir sin ningún género de dudas que el balance es positivo.
Hemos rebajado aproximadamente el 58% de las tarjetas y técnicas señaladas en la competición y se ha mejorado el clima de juego, consiguiendo además que sean los propios compañeros de equipo quienes intervengan cada vez que uno de los suyos tiene una mala actitud o conducta, facilitando la labor de los árbitros. Esto desde el punto de vista del juego limpio.
Respecto de la mejora de la integración y participación de la mujer en condiciones de igualdad en la competición universitaria, los datos hablan por sí solos:
Mientras que en el curso 2005/06 la participación femenina era del 35,8% con 2.323 participantes , en el curso 2014/15 ha pasado a ser del 42,1% del total 3.437 mujeres. Ha subido el número y el porcentaje respecto al total de universitarios que hacen deporte.
Teniendo en cuenta que la puesta en marcha de ambos programas datan de:
– Acciones por la igualdad: en el curso 2010/11
– Acciones por la no violencia y juego limpio: en el curso 2012/13

____________________________
 1 En este enlace se pueden consultar los informes sobre el principio de igualdad y de promoción de la no-violencia en el ámbito deportivo universitario que fundamentan esta experiencia: 
http://dhumanistanv.blogspot.com.es/
2 Puede consultarse la normativa aplicada en el curso 2014/15 en este enlace:
https://drive.google.com/file/d/0BxbkerGdrgnHa3BPRVNRNXdhMGllSkpGT1ZaODVDUUtocVJZ/view?pli=1
3 Información completa del Curso “Por un deporte sin violencia”: 
https://tcourse.osl.ull.es/gestion/cursos/2394/

19.5.15

 

La educación en valores desde el deporte universitario. Caso práctico en la ULL: Trofeo Rector que promueve la no violencia e igualdad.


La presente exposición tiene como objetivo dar a conocer la incorporación de nuevos criterios de puntuación para determinar la clasificación en las competiciones internas de la Universidad de La Laguna para fomentar el deporte sin violencia y la no discriminación sexual mediante el refuerzo de conductas positivas.

¿Tiene el deporte practicado en la universidad rasgos peculiares que lo distingan de otras formas de entender este fenómeno?

En la Universidad de La Laguna, como en todas las universidades, ya no hablamos de un solo modelo de deporte, sino de varios modelos. Podemos afirmar, que el deporte actual es una agrupación de diversos conceptos del deporte, que alcanza más la idea de actividad físico-deportiva que de un deporte formal. El deporte aparece, entonces, como un medio de recuperación, de diversión y cultura, formando parte de esa construcción del ocio menos estructurada frente a lo que pueda ser el deporte competitivo y formal. No en vano, las nuevas tendencias del deporte actual se orientan a modalidades deportivas asociadas a soluciones alternativas, más versátiles, con preferencia en la naturaleza y con orientación a la salud.

En general, hoy, el cambio en la práctica deportiva o cómo se entiende el deporte, es tan vertiginoso que todavía no se ha transformado lo necesario para dar muestras de ser un modelo agotado. Para sobrevivir el modelo vigente, ha diversificado varios tipos de deporte: deporte competitivo, deporte para la salud y deporte recreativo.

La Universidad de La Laguna aspira a desarrollar un concepto de deporte vanguardista y poder ofrecer los medios para que esas prácticas sean posibles y aporten a la comunidad universitaria ese planteamiento más integral, que complemente la formación que reciben los estudiantes y que también sea sensible con los intereses de las distintas franjas de edad de nuestros usuarios.



La Universidad juega aquí ¾en la discusión del modelo de deporte más adecuado a sus fines¾ un papel de enorme trascendencia, porque trata de ser, a la vez, espectadora del fenómeno deportivo y propiciadora de modelos con los que transformar la sociedad. En el primer caso, debe asumir la realidad y someterse a las demandas de la comunidad universitaria, que reclama aquellas actividades físicas que percibe en su cultura y parecen establecidas; y, en el segundo caso, debe dirigir sus esfuerzos a favorecer la crítica al deporte y si este se desvía de modelos que promuevan al ser humano y su sociedad, a hacer más interesante la vida personal y la convivencia.

Construyendo el modelo alternativo de deporte universitario, no violento y antidiscriminatorio

Conscientes de la importancia de la actividad física y el deporte como parte de la educación y su influencia en la sociedad queremos generar comportamientos no violentos y antidiscriminatorios que hagan posible relaciones interpersonales y sociales más “humanizadas”.

Desde nuestro punto de vista, el deporte y la actividad física tiene un sentido humano y social que lo liga directamente con fines y objetivos vinculados con la educación, el ocio, la recreación y la salud, sin olvidarnos de la competición, entendida siempre como un reto para mejorarse uno mismo, concibiendo al “otro” (jugador/deportista), no como enemigo a batir, sino como cooperador necesario para mejorarme, grupal e individualmente, desde la perspectiva de la superación paulatina de los propios límites personales y del desarrollo de nuevas y mejores habilidades y cualidades motrices, emotivas, intelectuales y actitudinales. 

Nos adherimos a la idea que define a la educación como un proceso de “habilitación”. Al utilizar el concepto de habilitar estamos queriendo enfatizar la idea de la educación como un proceso de construcción en donde el papel activo lo desempeña el estudiante, y en donde dicho proceso le permite el desarrollo y cultivo de todas sus capacidades, sin excepción, de manera que cuente con las herramientas intelectuales, emotivas y motrices pertinentes para un desempeño eficaz y constructivo en una sociedad cuyo signo esencial es el dinamismo y el cambio permanente.

Violencia en el deporte: ¿Es inevitable la violencia?

La violencia ha penetrado en todos los aspectos de la vida: se manifiesta constante y cotidianamente en la economía, en la política, en la ideología, en la religión, en la familia, en la enseñanza, en el ejército, en la cultura y, por supuesto, en el deporte. Ganar a cualquier precio, dejar participar sólo a los “mejores” discriminando al bajito o al gordito o a la niña o al que tiene gafas, agredir física o verbalmente a los árbitros, realizar insultos xenófobos o racistas, producir lesiones de manera intencionada al contrario, dejarse ganar a cambio de prebendas, son sólo una muestra de la gran variedad de ejemplos que existen.

La violencia no es un fenómeno natural como podría serlo el rayo o la lluvia y el viento. La violencia es evitable y se la puede ir ganando terreno hasta hacerla desaparecer completamente. Porque creemos que la violencia es un error de conducta y se aprende, también creemos en la necesidad de aprender la no violencia como metodología de acción social, interpersonal y personal.

Desde el punto de vista de la libertad humana, no es lo mismo creer que el ser humano desarrolla su vida como respuesta refleja o pasiva frente a las condiciones y acontecimientos que la rodean, que creer que el ser humano modifica y crea intencionalmente tales condiciones y acontecimientos.

En otras palabras, la nota distintiva de lo humano es que posee intencionalidad (tender hacia, dirección hacia), algo por cierto inexistente en el mundo natural. La intencionalidad está por "encima" de lo natural, de lo mecánico, de lo causal, de lo fáctico, de lo dado. Es lo que impulsa, "succiona" al ser humano hacia el futuro con sus causas e ideales; es lo que le confiere dignidad al alzarse en rebelión contra el absurdo de lo natural.

Si tan arraigada está la creencia en la inevitabilidad de la violencia caminar hacia la no violencia requiere de cambios profundos en la sociedad y en el individuo.

la Universidad

El deporte y la actividad física, por sus potencialidades educativas y mediáticas, constituyen un motor de cambio social y contribuyen desde hace tiempo a promover la no discriminación entre mujeres y hombres. No obstante, los datos de los estudios más recientes en este ámbito reflejan que todavía existen diferencias importantes en cuanto a la participación y representación femenina en las distintas esferas del deporte. Todavía existen factores que inciden en el desequilibrio y mantienen barreras ocultas que dan lugar a un verdadero “techo de cristal” para las mujeres en el ámbito deportivo.

Para el Servicio de Deportes de la Universidad de La Laguna es una prioridad promover la no violencia y la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y la transmisión de valores y actitudes igualitarias en la actividad físico-deportiva universitaria.

Esta prioridad se viene aplicando y teniendo en cuenta desde el Servicio de Deportes en la práctica de la gestión y planificación deportiva desde diferentes ámbitos de actuación, pero hoy nos interesa destacar un caso práctico puesto en marcha durante este curso académico 2012/2013 en la competición interna universitaria, denominada Trofeo Rector, y, específicamente, en el sistema de puntuación de esta competición, de tal manera que el resultado de los partidos no sea el único criterio de puntuación para la clasificación general, utilizando el refuerzo positivo para alcanzar dos de los objetivos más importantes de nuestra planificación estratégica, como son:

1.- La no violencia en el deporte y el juego limpio.
2.- Facilitar la incorporación de la mujer al deporte en la universidad en igualdad de condiciones.


Para ello, además de las puntuaciones obtenidas según el reglamento de cada modalidad deportiva y el propio desarrollo del juego, se contabilizarán otra serie de puntos en base a los siguientes criterios:

Deportes de equipo:

A)    Objetivo: no violencia en el deporte y juego limpio.

Aplicable a categorías masculina, femenina y mixta. Puntuaciones que se sumarán a las obtenidas por el resultado obtenido durante el desarrollo del juego o deporte en cuestión, según su reglamento. Detalle de las puntuaciones según disciplina:

Deporte: Fútbol, Fútbol 7 y Fútbol Sala
Puntos
Criterio 1: Partido sin tarjeta roja
2 puntos
Criterio 2. Partido sin tarjeta amarilla
1 punto
Deporte: Baloncesto
Puntos
Criterio 1: Partido sin técnicas
2 puntos
Criterio 2. Parido sin antideportivas
1 punto
 Deporte: Balonmano
Puntos
Criterio 1: Partido sin tarjeta roja
2 puntos
Criterio 2. Parido sin tarjeta amarilla
1 punto

Deporte: Voleibol
Puntos
Criterio 1: Partido sin tarjeta roja
2 puntos
Criterio 2. Parido sin tarjeta amarilla
1 punto
Deporte: Rugby-Touch
Puntos
Criterio 1: Partido sin expulsiones
2 puntos
Criterio 2. Partido sin tarjetas
1 punto







B)    Objetivo: facilitar la incorporación de la mujer al deporte universitario.
Aplicable solo a la categoría mixta. Puntuaciones que se sumarán a las obtenidas por el resultado obtenido durante el desarrollo del juego o deporte en cuestión, según su reglamento, más el criterio anterior (A), más el que pasamos a describir. Detalle de las puntuaciones según disciplina:

Deporte: Todos los de categoría mixta.
Puntos

Criterio 1: Mayor número de mujeres inscritas y que jueguen
Importante: Deben jugar al menos en el 50% de los partidos de su equipo. De lo contrario sólo se puntuará lo efectivamente jugado por dichas participantes.

5 ó más inscritas 5 puntos
4 inscritas 3 puntos
3 inscritas 2 puntos
2 inscritas 1 punto
1 inscrita 0 puntos

Criterio 2. Participación efectiva


1 punto por cada jugadora que intervenga en cada encuentro.


Conclusiones

Con este nuevo sistema de puntuación, el campeón del Trofeo Rector puede que no sea el equipo que
más partidos gane, sino el que más puntuación obtenga de la suma de todos los criterios aplicables.

Con esta nueva reglamentación queremos ir modificando, en la práctica, el principio del “arraigo social que existe de la inevitabilidad de la violencia en el deporte y de la discriminación sexual”.

Pretendemos cambiar este principio por conductas tendentes a impulsar un deporte sin violencia e igualitario, ello es posible a través de incentivar, tal como hacemos, acciones del juego no vinculadas con el mero resultado. Si bien, el cambio de este modelo no será instantáneo, sino progresivo. Y es lo que ha estado pasando hasta ahora, el alumnado de entrada nos señala que este modelo no les gusta, pero estamos seguros que este sistema de puntuación favorece la eliminación del arraigo social de la creencia "deporte-competición-masculino, donde sólo vale el ganar a toda costa, incluso con violencia". El tiempo dirá si el camino emprendido es verdadero y tiene futuro. Nosotros creemos que si, sin ninguna duda.

Ramón E. Rojas Hernández. Maestro especialista en Ed. física y deportes

Director del Servicio de Deportes de la ULL. Socio de Acagede

 

Aplicación del principio de igualdad de mujeres y hombres en el ámbito del deporte y la actividad física en la Universidad de La Laguna

El deporte y la actividad física, por su potencialidad educativa y mediática, constituyen un motor de cambio social y contribuyen desde hace tiempo a promover la igualdad entre mujeres y hombres. No obstante, los datos de los estudios más recientes en este ámbito reflejan que todavía existen diferencias importantes en cuanto a la participación y representación femenina en las distintas esferas del deporte.

Algunos de los factores que todavía inciden en el desequilibrio y mantienen barreras ocultas que dan lugar a verdaderos inconvenientes para las mujeres en el ámbito físico-deportivo, son:

-    La adscripción que las actividades físicas y el deporte han tenido y tienen al rol social masculino
-          la peculiaridad de las estructuras que sustentan el deporte (dirigidas por hombres)
-          las diferencias en la ocupación del tiempo de ocio
-          la estructura familiar y laboral
-          los modelos educativos
-          los estereotipos sociales de género, etc.

Es fundamental promover la equidad en el deporte, teniendo en cuenta las diferencias existentes entre mujeres y hombres, pero sin que éstas limiten sus posibilidades. Nuestra intervención presta una atención preferente al colectivo femenino, dada su situación todavía de desventaja respecto a su implicación en las actividades físicas y el deporte. Para ello pretendemos crear un clima favorable al incremento de oportunidades para la práctica físico-deportiva mediante la solución de los mayores inconvenientes que puedan impedirles tal práctica, tratando así de que la actividad física se convierta en una opción atractiva para ellas que pueda ser incorporada de forma sencilla y realista en su estilo de vida.

Para el Servicio de Deportes de la Universidad de La Laguna es una prioridad promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y la transmisión de valores y actitudes igualitarias en la actividad físico-deportiva universitaria.
Esta prioridad se viene aplicando y teniendo en cuenta en la práctica de la gestión y planificación deportiva desde diferentes ámbitos de actuación como son:
-          un mayor conocimiento de las necesidades deportivas de las mujeres universitarias
-          una creciente adaptación de la oferta deportiva a esas necesidades diferentes entre sexos mediante el desarrollo y potenciación del deporte recreativo y para la salud frente a la excesiva atención que se venía prestando al deporte competitivo
-          equilibrio presupuestario entre el gasto destinado a las preferencias deportivas de mujeres y varones (siempre desequilibrada a favor del deporte  competición, asociado a las preferencias masculinas)
-          favorecer una real igualdad de oportunidades de la mujer en el acceso a la actividad física y deportiva eliminando el mayor número de trabas que dificultan que éstas elijan la opción deportiva frente a otras en el tiempo de ocio de que disponen:
- Actividades dirigidas con monitor
- Oferta variada y específica con horarios adecuados
- Instalaciones confortables y estéticamente atractivas
- Instalaciones cercanas a su centro de estudios o de fácil acceso mediante transporte público o con aparcamientos cercanos y amplios
- Limpieza y comodidad en los vestuarios, etc.
También insistimos en la transmisión igualitaria para ambos sexos de los valores y actitudes en relación a la práctica de la actividad física y el deporte para que esté libre de los estereotipos de género que todavía persisten en este ámbito.

En la ULL, como en todas las universidades, ya no hablamos de un deporte, sino de varios modelos de deporte. La razón es bien clara: los universitarios son ciudadanos de una sociedad democrática, donde han de disfrutar de todas las formas que nuestra sociedad entiende por deporte. De esta manera, la ULL oferta esas formas de entender y practicar la actividad física.
El espectro de práctica viaja de deportes muy estructurados (fútbol, baloncesto, rugby, lucha canaria, bola canaria...) a deportes poco estructurados (salir a correr, gimnasia de mantenimiento, levantar pesas,...), o incluso prácticas que son producto de entender el deporte como actividad física y esparcimiento (senderismo, bailes), o como práctica para la mejora interior y proyección sobre la vida personal (tai-chi, yoga). Podemos afirmar, que el deporte actual es una agrupación de diversos conceptos del deporte, que alcanza más la idea de actividad deportiva que de un deporte formal. Estas cuestiones han sido manifestadas por los usuarios de nuestro Servicio, siendo coincidentes con las macroencuestas nacionales e internacionales acerca de los hábitos de práctica deportiva.

La ULL aspira a situarse en un concepto de deporte vanguardista, sirviendo los medios para que esas prácticas sean posibles y que aporten a la comunidad universitaria un planteamiento más integral, que complemente la formación que reciben los estudiantes, y que también sea sensible con los intereses de las bandas de edad de nuestros usuarios.

La Universidad juega aquí ¾en la discusión del modelo de deporte más adecuado a sus fines¾ un papel de enorme trascendencia, porque trata de ser, a la vez, espectadora del fenómeno deportivo y propiciadora de modelos con los que transformar la sociedad. En el primer caso, debe asumir la realidad y someterse a las demandas de la comunidad universitaria, que reclama aquellas actividades físicas que percibe en su cultura y parecen establecidas; y, en el segundo caso, debe dirigir sus esfuerzos a favorecer la crítica al deporte y si éste se desvía de modelos que promuevan al ser humano y su sociedad, a hacer más interesante la vida personal y la convivencia.


Los modelos de deporte en la Universidad


No existen modelos diferenciados de deportes para la Universidad, sino que se trata de los distintos enfoques de éstos que podemos reconocer por sus fines, y que hemos apuntado en el análisis anterior. De esta manera, distinguiremos cuatro fines; tres de ellos cargados de significación:
·         deporte competitivo,
·         deporte recreativo,
·         deporte para la salud,
·         deporte profesional.





Abordemos ahora en qué consiste cada modelo, su realidad y adecuación a la Universidad[1].


a) El modelo deporte competitivo

“(...) me gusta la satisfacción de ganar”.
(A.S. 29 años. Tercer Ciclo ULL).

Se ha sostenido que uno de los rasgos clásicos del deporte es el enfrentamiento, pero ésta es una afirmación falsa, que se comprueba tras contemplar el panorama actual de los deportes que se basan en la gestualidad (tai-chi, gimnasia de jazz, biodanza) o aquellos que se fundamentan en la práctica individual o colectiva de la autosuperación (senderismo, carrera, “coger olas”, monopatín...). La competición no es necesariamente un sistema de organización de los enfrentamientos entre personas o equipos; sin embargo, casi todo el mundo lo entiende con el matiz de medición organizada. El modelo deporte competitivo pasó de no ser cuestionado a serlo y de una manera feroz; las críticas provenían de diferentes frentes y concepciones. Frente a este modelo se postula otro alternativo que reconduzca el cambio, como lo sería evidentemente el modelo deporte recreativo, en el cual puede haber competición pero no un sistema competitivo organizado. Desde luego, el principal resultado de un modelo competitivo es su carácter selectivo y de excelencia; es decir, funcionalmente, se basa en eliminaciones mutuas y en el culto a los campeones.

¿Qué lugar tiene el modelo competitivo en la Universidad? En principio, hemos de reconocer que el modelo no ofrece dificultades para ser asimilado por los estudiantes, debido a que está integrado en la cultura deportiva globalizada; es decir, en estos momentos, su cuestionamiento es una erudición más que un verdadero movimiento social. Tiene a su favor que recibe importantes subvenciones de las instituciones públicas y es un escaparate muy llamativo; tanta es la ayuda que ingresa el deporte universitario competitivo, que cuanto mayor nivel ostenta la competición más cubre sus gastos. Estas ayudas provienen de la Dirección General de Deportes del Gobierno de Canarias y del Consejo Superior de Deportes.

Sería deseable que el deporte competitivo, impulsado en la Universidad, gozara de mayor asociacionismo, tal y como ocurre en el Trofeo Rector, que mantuviera un espíritu reivindicador de ese deporte competitivo pero con matices recreativos. Este modelo, al igual que los otros, no debe ser ajeno al espíritu universitario y, si cabe, resolver día a día los problemas simbólicos de valores y antivalores que contiene el enfrentamiento de personas y equipos. Téngase en cuenta que, mientras en los modelos deporte recreativo y deporte para la salud prevalecen ciertos valores positivos, en el modelo competitivo pugnan con otros valores —en este caso negativos— y que se derivan de una manera de entender el conflicto dual.   

b) El modelo deporte profesional

“Quiero pagarle al Real Madrid con títulos”.
(Ronaldo, Jugador de fútbol del Real Madrid).

En España, curiosamente, este modelo ha entrado en la Universidad muy recientemente, de la mano de la competencia entre instituciones docentes por adquirir prestigio y fama, o como elemento de publicidad y distinción social. Nos referimos al patrocinio de equipos profesionales deportivos con la contraprestación de denominarse Universidad de..., o lucir en sus camisetas publicidad con este propósito. Se trata de un modelo alejado de los estatutos de las universidades, y que se ha abierto paso por concepciones agresivas de gestión mixta (pública-privada). En nuestra opinión, este modelo es criticable desde un punto de vista de la gestión por los importantes recursos económicos que comporta y, desde un punto de vista institucional, por incumplimiento de sus objetivos fundamentales.

En nuestra opinión, la ULL no puede emplear recursos de sus presupuestos para dedicarlos al mundo del deporte profesional en beneficio de una supuesta imagen, mientras tenga desatendidos sus fines, instalaciones e infraestructuras, que sí son los que verdaderamente conforman su escaparate. Son efímeras e insatisfactorias las experiencias de algunas universidades en este sentido y que saltan a la vista de un buen gestor. En definitiva, nuestra referencia son los Estatutos: formar profesionales e investigadores por medio de una enseñanza de la máxima calidad; lo demás, es concebir la Universidad fuera de su verdadero marco.

c) El modelo deporte para la salud

“(...) el deporte ayuda a cuidar tu salud, ayuda a cuidar tu cuerpo”.
(N.L. 23 años. Historia del Arte ULL).

“(...) te permite despejarte y encontrarte bien contigo mismo”.
(V.G. 26 años. C.S. Informática ULL).

La conciencia social de salud ha crecido paulatinamente, de modo que hablamos de diversos tipos de salud, ya no sólo de la salud corporal. La salud es calidad de vida, lo que supone grandes beneficios cuando el deporte posee objetivos de recreación y de mejora de las capacidades físicas, motrices y de comunicación aporta grandes beneficios. De hecho, el modelo deporte para la salud engloba otros conceptos modernos como deporte para todos, actividad física o ejercicio físico.
El deporte para la salud es un modelo relativamente nuevo; ya es postulado por la Alianza Americana para la Educación Física, la Salud y la Recreación (AAPHER) al comienzo de la década de 1970 y, a continuación, impregna a los teóricos como Cagigal (1975)[2], Gruppe (1976)[3], Sánchez Bañuelos (1984, 1996)[4], que explican las orientaciones entre el deporte y la salud. El movimiento más reciente relacionado con la salud postula un modelo alternativo de corte sociocrítico; de manera, que la concepción del deporte para la salud se aleja del concepto más clásico del deporte, en cierto modo se radicaliza y se centra más en la condición física práctica, con vocación vitalicia y con un ambiente agradable que proyecte a la persona. En la Educación Física española, existe un modelo denominado Educación Física y Salud (Devís y Peiró, 1992)[5], que postula y desarrolla unos principios vanguardistas de orientación personal y social de una nueva salud por medio de la actividad física.

Las prácticas no institucionalizadas, con objetivos internos al individuo, relacionadas con fines saludables, y actividades organizadas para este propósito, pertenecen a este modelo. Muchas veces, el número de practicantes de esta opción es difícilmente conocido por nuestro Servicio, por constituir actividades en la mayoría de los casos no reglados y que, normalmente, no necesitan espacios especiales (carrera, montar en bicicleta, caminar, patinar, relajación, etc.).

Este modelo aporta grandes beneficios para el desarrollo personal y, respecto a la salud física, supone también ventajas sociales. Se trata, por tanto, de actividades acordes con un sentido deportivo de la vida que sería deseable que adquiriera todo universitario y debemos facilitar con el incentivo de medios atractivos para la práctica.

Finalmente, conviene no confundir funcionalmente este modelo con el competitivo y el recreativo, pues sus diferencias radican en sus fines, pudiendo mostrarse estructuralmente, bajo formas semejantes; es decir, un estudiante puede practicar un baloncesto con fines de salud o también recreativos mediante el enfrentamiento entre jugadores, lo que ocurrirá es que éste último no será institucionalizado, por lo que no produce el mismo tipo de exigencia personal ni responsabilidad ante los demás.

d) El modelo deporte recreativo

“(...) el deporte te permite conocer a un montón de gente.
(M.R.L. 33 años. Psicopedagogía ULL).

“(...) El deporte es: vida, salud, entretenimiento, diversión”.
(T.C. 20 años. Magisterio, especialidad Educación Física).

Este modelo sintetiza dos conceptos: tiempo libre y ocio, los cuales se canalizan en la práctica deportiva. La recreación es la consecuencia del nuevo descubrimiento personal como producto de la práctica; resulta una regeneración de la persona, una re-creación. Su parentesco con el juego es estrecho, pues no posee, funcionalmente, moldes cerrados; las prácticas recreativas integran a las personas entre sí, igualmente en cuanto a los niveles de habilidad y los grupos de edad, pudiendo suponer mejoras en la calidad de la comunicación; por consiguiente, en esta medida es un deporte para todos que crece en todos los campos de las actividades físicas, como muy bien apunta Coca (1993)[6] en su análisis del “hombre deportivo recreado”.

El deporte recreativo es una “demanda nacida del individuo que reivindica su derecho a participar deportivamente de un espacio, de un tiempo y de unos recursos humanos y económicos no siempre al alcance inmediato de sus posibilidades. Esta participación se entiende, pluralmente, como respuesta a un problema de salud, de diversión, de evasión, de mantenimiento físico, de encuentro social (...)” (Coca, 1993:333). Esta afirmación implica que el modelo debe preverse desde el Servicio de Deportes facilitando medios materiales menos convencionales y mayor capacidad de diagnóstico para vislumbrar los cambios y las tendencias novedosas; por tanto, este modelo es el reto para el deporte del futuro. Sin embargo, supone una desventaja la falta de reconocimiento social de estas prácticas, para las cuales no se invierten recursos económicos suficientes por parte de las instituciones deportivas gubernamentales[7].

En el mundo desarrollado se admite que somos una civilización del ocio, y hacia ello debemos dirigir nuestros esfuerzos en la gestión del Servicio de Deportes; de manera, que las grandes directrices han de ser:


Este último punto revierte gran interés si tenemos en cuenta que en la encuesta realizada por el Servicio de Deportes al alumnado de la ULL en el curso 2003-04 éstos manifestaron en un 23,6% su incompatibilidades con los horarios de las actividades organizadas por el Servicio, lo que da una idea de los practicantes potenciales que podrían ser captados y de las prácticas deportivas libres que están opacas a nuestra mirada porque sólo un 2,8 % declararon que no les gustaba el deporte. Sin embargo, el Servicio de Deportes dispone de un horario de mañana, tarde y noche, lo que debe interpretarse como que la incompatibilidad horaria se asocia a determinadas actividades organizadas con monitor, o que resulta difícil compatibilizar un turno de clases con un período asiduo de estudio.



e) ¿Otros modelos de deporte?

Es posible apuntar otros modelos de deporte, aunque no constituyen un modelo general capaz de agrupar distintas prácticas físico-deportivas de diferentes géneros y fines. Esto ocurre con el deporte y con los juegos tradicionales que, aun siendo un modelo cultural distinto a otros, se fundamenta en contenidos que abordábamos anteriormente (competición, salud, recreación...). Sin embargo, el Servicio de Deportes reconoce esta realidad cultural y tiene previsto ir incorporando nuevas instalaciones que permitan la práctica de estas modalidades. A la actual práctica de la lucha canaria y el juego del palo se le ha unido la de bola canaria.

Otro aspecto de relevancia lo constituye el deporte femenino. Este deporte no es un modelo en sí mismo, sino una distinción que han tenido que realizar las instituciones deportivas para enunciar un diferenciador o denunciar la división de género que ha hecho nuestra sociedad y que afecta a este colectivo, el punto al que se ha llegado, y cómo organizar las soluciones para acometer el futuro de las aspiraciones sociales acerca de este problema. Coincidimos con la Ley Canaria del Deporte en cuanto a considerar a la mujer, en materia deportiva, como “colectivo de atención especial”, debido a que es un sector desfavorecido, mostrando en estos momentos un menor grado de participación, unas preferencias deportivas diferentes a los hombres, por lo que es preciso asegurar cierto equilibrio en la política de actividades y presupuestos con el fin de responder a este hecho. Esta atención particular se debe enmarcar en la búsqueda de un espíritu de corrección social para la mujer y que trasciende de los resultados de datos conocidos por este Servicio de Deportes, en particular. En los datos que se muestran en la tabla siguiente se puede apreciar la participación de las estudiantes de la ULL, tomando como referencia tres actividades de carácter competitivo (Trofeo Rector, deporte federado, y Campeonato de España), lo cual confirma que no más del 8,76 % (1.697 varones frente a 163 mujeres) corresponde a participación femenina; y es conocida su participación en actividades no competitivas y menos organizadas (ocio, actividades, escuelas y cursos) con un 52,8 %, (1.529 varones frente a 1.744 mujeres) lo que confirma la alta participación de la mujer en determinados tipos de prácticas opuestas a las preferidas por los varones. En consecuencia, es un asunto que atañe a la cultura deportiva como manera de entender el deporte, por lo que este Servicio debe facilitar actividades que encajen en las preferencias de los géneros, sin entenderse con ello que constituyan prácticas de géneros separados.

Una vez destacados y comentados los modelos de deporte que hemos reconocido a modo de grandes géneros, y de identificar las diferencias de actividad según las preferencias de hombres y mujeres, pasaremos a justificar cómo este Servicio de Deportes ha ido corrigiendo en el tiempo, tanto desde el punto de vista presupuestario como de la oferta deportiva, las desigualdades que había respecto de la promoción del deporte recreativo y para la salud (preferido por las mujeres) frente al deporte competitivo (preferido por los varones).

Desde el punto de vista de la participación deportiva, que se corresponde fundamentalmente,  con la adecuación mayor o menor de la oferta a las necesidades e intereses de los alumnos, podemos observar en la tabla 1, como en el curso 91/92, época en la que se mantenía la inercia histórica de la concepción del deporte universitario en la ULL como casi exclusivamente de competición y en la que, por tanto, la programación deportiva (oferta) apuntaba básicamente a este modelo practicado preferentemente por varones (Trofeo Rector, Campeonatos de España Universitarios y equipos federados universitarios), había una tasa de participación enormemente desproporcionada entre géneros: un 79,01% de participación masculina frente a un 20,99% de participación femenina.

A medida que desde el SD se fueron implementando herramientas de consulta directa a los alumnos mediante la realización de encuestas periódicas -en los años 1999, 2001 y 2004- para detectar las necesidades y demandas deportivas del alumnado y la mujer empezó a requerirnos en ellas un trato igualitario que los varones pero diferenciado en cuanto al tipo de actividades que deseaban practicar, las programaciones deportivas del SD de la ULL empezaron a destinar mayor hueco y presupuesto para incrementar el tipo y la variedad de actividades deportivas recreativas y para la salud, mayormente demandadas por las alumnas, frente a las competitivas.

Así vemos que ya en el curso 2003/04 empiezan a notarse en la participación deportiva las correcciones mencionadas en la oferta deportiva. De este modo, la participación deportiva femenina global aumenta hasta el 38,32 %, manteniéndose en una pinza hasta hoy, de entre un 35 a un 39 %.

PARTICIPACIÓN
91/92
97/98
00/01
03/04
07/08
09/10[8]
MASCULINA
3320
4519
4579
4085
3920
3226
FEMENINA
882
1774
1869
2538
2542
1907

Tabla 1

En coherencia con esa realidad, la traducción de la misma en los presupuestos del Servicio de Deportes del curso 91-91, estaban distribuidos en un 61,16% para deporte competitivo y sólo un 28,14% para el deporte recreativo.

También desde el punto de vista presupuestario se han visto traducidos estos cambios dirigidos a equilibrar la oferta con respecto al tipo de demanda, en relación a épocas anteriores. Así vemos que en el curso pasado 2008/09, el porcentaje del presupuesto de gastos aplicados al deporte recreativo fue del 47,51% y al competitivo el 52,49%.

Ramón E. Rojas Hernández
Director del Servicio de Deportes



[1] Documento-guía El deporte en la Universidad de La Laguna, cuya elaboración fue posible, fundamentalmente, gracias a los trabajos iniciados por la directora del Secretariado de Deportes Dra. Lidia Cabrera Pérez y seguidos por su sucesor el Dr. Vicente Navarro Adelantado, que ha impregnado el carácter de filosofía del deporte en el que nos inspiramos.
[2]  Cagigal, J.Mª. (1975). Cultura intelectual y cultura física. Kapelusz. Buenos Aires.
[3]  Gruppe. O. (1976). Teoría pedagógica de la Educcación Física. INEF de Madrid.
[4]  Sánchez Bañuelos, F. (1984). Bases para una didáctica de la Educación Física y el deporte. Gymnos. Madrid; (1996) La actividad física orientada hacia la salud. Biblioteca Nueva. Madrid.
[5] Devis, J y Peiró, (1997) Nuevas perspectivas curriculares en Educación Física: la salud y los juego modificados. INDE. Barcelona.
[6]  Coca, S. (1993). El hombre deportivo. Una teoría sobre el deporte. Alianza. Madrid.
[7] Parlebas, P. (1988). Elementos de sociología del deporte. UNISPORT. Málaga. Este autor llama la atención acerca de la importancia dada por las instituciones nacionales e internacionales a los deportes “olímpicos”, mientras la participación, en algunos casos, es minoritaria respecto a otras modalidades. Podemos afirmar, en general, que a la cola de la previsión de recursos económicos se encuentra el deporte recreativo
[8] La menor participación deportiva general de este curso 08/09, en relación con el curso anterior, se debió a que tuvimos que suspender numerosas actividades programadas durante el primer y segundo trimestres para acometer diferentes obras de reforma y mejora en las instalaciones del polideportivo central. En condiciones normales, la participación general hubiera sido mayor que en el curso anterior, si  hacemos una proyección de cifras en los momentos en que todo funcionaba de manera normal por no estar realizándose ningún tipo de obras.

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